martes, 24 de septiembre de 2013

La Biblioteca de Orión: Reconstrucción I

Capítulos Previos

La biblioteca de Orión, El inicio
La biblioteca de Orión: Segunda visita
La biblioteca de Orion, Una extraña aparición
Biblioteca de Orión. Magnus
La Biblioteca de Orión: Anna Lee
La Biblioteca de Orión: Anna Lee, Pt. 2 - El Milagro y el Durmiente
La Biblioteca de Orión: ¿El retorno del anfiteatro?
La Biblioteca de Orión: Poesía de un Arlequín
La Biblioteca de Orion: Historia Evanescente

Arlequín

Luego de la explosión, todos salimos volando por los aires, Arceus había muerto, debido al robo de la magia del Heraldo Negro que apareció en la biblioteca, solo recuerdo eso, desperté gracias a que Tormenta, que me lanzó tierra al rostro, reaccioné e inmediatamente revisé si todo estaba en orden, encontré a todos en el suelo, me asusté e inmediatamente traté de que todos reaccionaran, sacudiéndolos; Tormenta hacía lo suyo despertando a los demás al igual que lo hizo conmigo.




Todo el mundo empezaba a recobrar conciencia, Phoenix se limpió sus túnicas al igual que Magnus y Césare; Isis y Riley despertaban muy apesadumbradas pero no había rastros de Gala, lo cual me extrañaba mucho, de pronto veo mi espada cerca a Tormenta, la recojo, la levanto y exclamó: ¡Expergiscimini et temetipsum libera! (Despierta y libérate en latín) La espada tomó vuelo y se convirtió en Sombra, mi fiel cuervo.


Con un gesto ordené a Sombra a que revisara el área en busca de Gala, me parecía muy extraño que no se encontrara con nosotros. Mientras sombra revisaba el área, Isis se me acerca y me susurra: -Arlequín, creo que debemos honrar la memoria de Arceus, construyendole una pequeña tumba cerca a la biblioteca.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Comunicado: Anuncios importantes por parte del Staff.

Saludos queridos visitantes de la Biblioteca de Orión, como habrán notado, nuestra actividad ha estado muy baja debido a factores que van más allá de nuestras manos, por ejemplo del staff inicial de 4 personas nos hemos reducido a 2, y desafortunadamente ambos estamos con problemas en la universidad, uno de
nuestros administradores  (Magnus)por decirlo de cierta manera ausente por problemas de ordenador o de pc y el otro desertó sin dejar rastro de sí (Arceus).

Este anuncio era más que nada que estamos reestructurandonos de una forma u otra, Phoenix y yo (Arlequín), estamos de una manera u otra acomodándonos con respecto al tiempo para poder llegar a ustedes nuestras actualizaciones que sabemos son de agrado suyo, por ende, temporalmente se publicará solo 2 veces por semana, se han retirado las encuestas debido a que había que rehacerlas puesto que hay secciones nuevas como "Busco un libro" o se ha retirado la novela del detective Esteban.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

La Biblioteca de Orion: Historia Evanescente

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La biblioteca de Orión, El inicio
La biblioteca de Orión: Segunda visita
La biblioteca de Orion, Una extraña aparición
Biblioteca de Orión. Magnus
La Biblioteca de Orión: Anna Lee
La Biblioteca de Orión: Anna Lee, Pt. 2 - El Milagro y el Durmiente
La Biblioteca de Orión: ¿El retorno del anfiteatro?

Riley: Evanescente

Parte 1

En medio de aquel estruendo sentía como un vórtice de colores arrastraba todo a su antojo, envolvía todo a su paso y para cuando nos levantamos la sombra que desaparecía nos hacia entender que realmente ya no estaba, se había ido y era imposible para cualquiera saber si volvería alguna vez.

¿estas bien? -me pregunto Isis mientras me ayudaba a levantarme del suelo- creo que si ¿y tu?- pregunte- yo estoy bien, busquemos a Gala- respondió bruscamente, tardamos bastante atravesando la biblioteca debido a que habían escombros por todos lados. Lo que había sucedido no tenia una explicación, todo comenzó esta mañana cuando venia a la biblioteca a ver a Phoenix quien me leería otro capitulo de Gerard Knife. Iba junto a Isis, ahora que yo vivía con ella hacíamos casi todo juntas y había alguien saliendo del bosque que miraba fijamente la biblioteca, vestía una túnica vinotinto y tenia capucha, aquella figura se desvaneció cuando nos bajamos del auto.

Tu también lo viste ¿verdad?- exaspero Isis- si, también lo vi- respondí sin darle importancia, abrí las puertas de la biblioteca y luego de quedarse mirando hacia el bosque ella también entro -Riley, ven a nuestro lugar, tengo algo que mostrarte- escuche resonar en mi mente, lo que era habitual cuando Phoenix me hablaba. Me despedí de Isis y Gala para ir directo a mi encuentro con mi mentor.

Al llegar a la sala de los espejos me di cuenta que aparte de Phoenix había otra figura ahí, pero se esfumo en cuanto me asome -Dime pequeña ¿has visto algo que te llamase la atención y quieras contármelo?- pensé en el encapuchado que vimos antes pero luego pensé que seria mejor no decirlo, si alguien sabia era él así que negué con la cabeza -Ya veo, entonces comencemos por ir a nuestro lugar- dicho esto no hicimos mas que atravesar el espejo que nos llevo directo a aquella playa tan majestuosa, el aroma de nuevo llenaba mis pulmones de sal marina y me revitalizaba pero había algo que me inquietaba -¿que sucede?- pregunté a lo que él solo negó con la cabeza, en medio del agua había un barco de lo mas espantoso, con las velas sucias y raídas y el casco de la nave se veía tan mugriento que daban nauseas.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Busco un libro: Depende de la forma

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes.

Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.

¡Qué desgracia Mi Señor!, exclamó el Sabio, Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

¡Qué insolencia!, gritó el Sultán enfurecido,
¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien
latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado.

Este, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido
reservada. El sueño significa que sobrevivirás a
todos vuestros parientes.

domingo, 25 de agosto de 2013

La Biblioteca de Orión: Poesía de un Arlequín II

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La Biblioteca de Orión: Anna Lee
La Biblioteca de Orión: Anna Lee, Pt. 2 - El Milagro y el Durmiente
La Biblioteca de Orión: ¿El retorno del anfiteatro?
La Biblioteca de Orión: Poesía de un Arlequín

Arlequín

Era una noche de luna llena, me encontraba preparando mi segunda parte de mi discurso sobre Perú, pero decidí descansar un rato y salir a la ventana de mi anfiteatro y observar el paisaje que de allí se ve, me causó una gran inspiración para poder escribir otro poema. Saqué mi cuaderno azul donde escribo todas mis poesías y me puse a escribir lo que dictaba mi corazón.

Ni el fuego intenso y eterno del infierno
Se compara a este dolor
Ni la muerte me arrancaría este sufrimiento
Ni el mismo holocausto terminaría mi calvario

De siempre haberte amado
Tenerte junto a mí
Poder abrazarte y besarte
Poder oír tu risa

miércoles, 21 de agosto de 2013

Busco un libro: Gotitas de agua, llenas de amor

Gala

Me encontraba sentada observando las estrellas en uno de los sillones de la biblioteca, serían más o menos las 7 de la noche, las estrellas brillaban con fuerza y la luna resplandecía con un gran furor, la belleza que tiene la noche es inigualable y más aún la vista que hay desde esta biblioteca.

No había vuelto a ver algún visitante, desde la aparición de Isis, Riley, Césare y Anna, curiosamente no habían vuelto a la biblioteca, aún sigo extrañada porque habrá sido tan repentina su visita y su ausencia.

Decidí volver a buscar algún libro para pasar el tiempo, y me fui al mismo lugar donde encontré el libro de "Los zapatos del campesino" y encontré uno que se llamaba "Gotitas de agua, llenas de amor" sin dudarlo cogí el libro y lo empecé a leer sin dudarlo.

Gotitas de agua, llenas de amor

Un gran incendio se desató en un bosque de bambú. Las llamas alcanzaban grandes alturas. Un pequeño Colibrí fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, agitándolas con la intención de apagar el fuego. Incesantemente iba y venía con sus alas cargadas de agua.

Los otros animales observaban sorprendidos la actitud de la pequeña ave y le preguntaron: Oye, ¿por qué estás haciendo eso? ¿Cómo es posible? ¿Cómo crees que con esas gotitas de agua puedes apagar un incendio de tales dimensiones?

miércoles, 14 de agosto de 2013

Gerard Knife: V

Capitulo 5: "Puertas que no se abren" 


-Hola Gabriel... ¿podemos hablar?- dijo la chica sentada en mi cama
-¡Me has dado un buen susto Mariangel!- exclame del sobresalto
-jaja- rio y luego hizo una pausa y mirandome con detenimiento se levanto -¿quieres ir al parque?- solto
-si que estas llenas de sorpresas mariangel... supongo que no me molestaria ir un rato-

y entonces ella sonrio, mirandola de cerca tenia una sonrisa tierna, y esa mirada que era capaz de llevarme a aquellos tiempos cuando la conoci... era una sensacion extraña, habia algo sobre ella que me alejaba cuando queria estar cerca. Ese dia recorrimos el parque juntos y luego nos sentamos bajo un arbol, comparada con mi aventura de la noche anterior esto era muy calmado y ni siquiera ella era capaz de sacar de mi mente aquel beso... no era capaz de sacar de mis ojos aquel rostro tan cerca de mi... aun asi el dia se fue junto a ella.

al volver a casa, recorde la maleta, estando en el parque me habia olvidado por completo de ella y al no verla en la puerta de mi dormitorio me preocupe un poco pero esta estaba sobre mi cama con la nota aun sin abrir.

-parece que tienes un Angel de la guarda Knife- susurro el niño
-¿que haces aqui?- pregunte asustado por la aparicion repentina de un niño mencionado antes por él y que hasta entonces no habia observado bien, tenia aspecto de 9 años de cabello fino y de color rojizo, mirada afilada, rostro palido y ropa de invierno muy parecida a la que yo vestia, usaba guantes de cuero y tenia una marca debajo de los ojos, parecian tatuajes pero no lo eran, estaba seguro porque estas marcas se movian de vez en vez.

-él te lo dijo- y entonces camino hasta quedar delante de mi al otro lado de la cama y agrego -deberias llevarte bien conmigo- y en esta ultima palabra rio dejando entreveer sus colmillos que era lo que mas resaltaba -quien te dejo esto, sabe bien quien eres, deberias tener cuidado- dijo con un tono algo protector como un hermano pequeño -supongo- conteste

domingo, 4 de agosto de 2013

Busco un libro: Los zapatos del campesino

Gala

Siendo costumbre mía, permanecía en la biblioteca ordenando los textos y clasificándolos constantemente, y en lo posible renovar libros viejos por unos más nuevos con el mismo contenido, puesto que a los autores, no les gustaba encontrar libros en malas condiciones y yo era la responsable de mantener esta biblioteca en un estado impecable.

Hace varios días no he sabido de Isis, de Anna, de Césare y de Riley, aunque muchas veces a esta última la encuentro en el cuarto de los espejos, pero ella siempre desaparecía misteriosamente y sin dejar rastro alguno. Curiosamente siendo, por decirlo de una u otra forma, la guardiana de esta biblioteca, nunca me he tomado un tiempo como para poder leer alguno de los libros que estaban dentro, curiosamente sé donde estan todos ubicados en sus respectivas secciones, pero jamás he abierto uno de aquellos libros, pero hoy he decidido al menos leer una historia corta obviamente dejando el libro en su respectivo lugar después de ello.

Dejé mi escritorio y decidí explorar la biblioteca, no como la guardiana, sino como una visitante, y encuentro un libro muy delgado, llamado "Los zapatos del campesino" Me pareció muy raro el nombre, pero obviamente no podía juzgar un libro por su portada, por lo cual decidí abrirlo y empezar a leer.

Los zapatos del campesino


Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias. El alumno dijo al profesor: "Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando lo encuentre".

Gerard Knife: IV


 Capitulo 4: "Esa Noche" 

Hasta que aquel pensamiento cruzo mi mente como bala, no fue hasta entonces que me di cuenta que alguien más estaba allí, por supuesto, tenía que ser él…
     -El niño estará contigo hasta que cumplas con lo que te pedí, si fallas y no mueres antes yo vendré a matarte.
     -No... se-que p-planeas Diego, y-y también se q-que no pue... do confiar en ti, pero... cumplirás el trato?
     -Por eso esta él aquí, te parecerá un niño pero es más que eso, yo que tú me cuidaría de él.

   Y luego de eso desapareció, todo volvió a su normalidad si es que se podía aplicar ese término. Lo que más me disgustaba es que una parte de mi ansiaba liberarse del miedo que me ataba, matar a Diego era probablemente difícil pero no lo creí imposible, lamentaba tener que deshacerme de aquellos dos ni siquiera sabia si podía hacerlo, en especial a Mariangel, pero no había otra forma y si quería dejar atrás el miedo debía empezar por allí.

     Horas después recibí una llamada...

viernes, 2 de agosto de 2013

El Anfiteatro de Arlequín: Perú a 2 años de gobierno (Parte 1)

Isis

Era el día de la gran inauguración del anfiteatro de Arlequín, nos demoramos 3 días en hacer todos los arreglos posibles para que el anfiteatro quedará impecable, tal cuál Arlequín me lo había solicitado.

Eran aproximadamente las 7 de la noche y había una larga cola para poder entrar, yo estaba primera en la fila esperando emocionada para poder pasar, Arlequín había colocado un gran banderola con unos niños dibujados en ella sobre las grandes puertas que daban al anfiteatro. "Perú a 2 años de gobierno" decía. Supuse que ese sería el tema que iba a hablar, un país lejano con una realidad muy distante a la de mi pequeño pueblo. Estuve haciendo la cola por unos 10 minutos hasta que sale un hombre vestido completamente de negro a través de las grandes puertas del anfiteatro. -Busco a la Señorita Isis, aprendiz de Arlequín.

-¡Soy yo! - respondí alzando mi mano. -Venga conmigo por favor. Seguí a aquel hombre y me dejó en el salón principal del anfiteatro.


Bienvenida Isis - me saludó Arlequín. - Te escogí el mejor asiento para que puedas prestar atención a mi pequeña charla que tendré con todos los invitados en este humilde lugar. Me mostró dicho asiento, justo en el centro y bastante adelante, justo como me gusta sentarme para poder apreciar esta clase de cosas, y tenía un pequeño cartel que decía "Reservado".

Fui con mi mejor traje a ver la presentación, porque creo que la situación lo ameritaba, en ese momento mientras me acomodaba Arlequín exclamó: ¡Deja que todos pasen Alfredo! y el hombre que me abrió la puerta habilitó el paso para que todo el público que estaba fuera del anfiteatro pudiera pasar y acomodarse donde más les plazca, en cuánto a mí me sentía cómoda en el sitio que me regaló Arlequín.


Después de unos 10 minutos mientras que el público se acomodaba, Alfredo estaba prendiendo los proyectores para iluminar el escenario, la gente murmullaba y cuchicheaba sobre lo que iba a tratar el tema que iba a plantear Arlequín.

Después de unos breves minutos el escenario se iluminó con una gran fuerza y salió Arlequín en medio parado en un estrado.

-Buenas noches, estimado público. - Saludó Arlequín haciendo una reverencia. El público empezó a aplaudir, parece que extrañaban los discursos de Arlequín, pienso yo.