martes, 14 de mayo de 2013

La biblioteca de Orion, Una extraña aparición

Capítulos previos

La biblioteca de Orión, El inicio
La biblioteca de Orión: Segunda visita


Isis, Riley y Gala.

Isis

Decidí explorar la biblioteca, dejando solas a Riley y a Gala, pero por alguna extraña razón había agarrado uno de los libros con paisajes, uno con un gran acantilado y una vista del sol con el mar de una forma espectacular - Este lugar me encanta, pero siento que la foto se me hace muy peculiar, como si conociera aquel lugar - pensé, de pronto una pequeña hoja de papel escrita con tinta cae, la agarré y decía: "Te estaré esperando en este lugar, apenas salga el sol" - Sabía que era uno de los mentores, pero me preguntaba, ¿quien sería?, ¿que querría? y sobre todo, ¿por que quiere verme?

Mientras me cuestionaba tales interrogantes Riley corría entre los pasillos y encontró unas puertas muy altas y con muchísimos cerrojos y empieza a tratar de abrirlas, pero no podía -¡Abreteeeeeee! - Gritaba Riley, Gala sonríe y va camino a las grandes puertas. Chicas... - Dice Gala - ¿Quieren saber que hay detrás de esas puertas? - Pregunta ella, nosotras asentimos con la cabeza y Gala abre la puerta después de quitar varios cerrojos. Bienvenidas al viejo anfiteatro de Arlequín. - Dice ella y con 2 palmadas ilumina todo el escenario. Ambas quedamos boquiabiertas -¿Qué hace este lugar aquí? - Pregunto Riley... -¡Que hermosos vestidos!- exclamo la como siempre distraída Riley y se fue a verlos mas de cerca. Eran vestidos antiguos, como si fueran disfraces de la época renacentista.





¿Me los puedo probar? - Preguntó Riley tomando un vistoso traje de color turquesa, solté  una carcajada. Gala me mira fijamente y comprendí con su mirada que no debía hacer mucho ruido.
Gala, ¿Qué le pasó a este lugar? - Pregunté extrañada, ella me contesta - Hace muchos años, la ciudad era más poblada y la gente le interesaba culturizarse, Arlequín daba discursos o monólogos con complicidad de algunos actores voluntarios para poder compartir conocimientos con las personas - Gala respira hondo y prosigue - Pero con la llegada de la tecnología como la televisión o el Internet, la gente se embruteció y dejó de lado la cultura, solo para un entretenimiento simple y plano.

Pero todo parece nuevo, ¿por que esta así, si esto pasó hace varios años? - Pregunté muy intrigada. Gala pone su mano derecha sobre mi hombro y me dice - En realidad esta es una pequeña replica del anfiteatro  hecha por Arlequín en persona, donde habitó por un largo tiempo, de hecho aveces pienso que todavía sigue aquí, el anfiteatro original esta un poco más al norte de aquí. Pero me he encargado de que se mantenga en óptimas condiciones pese a los años y al abandono de aquel lugar.

De pronto Riley aparece con el vestido turquesa y un sombrero antiguo que hacia juego con el vestido. ¿Me queda linda? - Preguntó ella. -¡Luces genial! - Respondí entusiasmada, Gala asiente con la cabeza y se acerca a Riley - Si deseas te lo puedes llevar, Arlequín tiene muchos de estos vestidos. -Le dice inclinándose   ligeramente ante Riley. ¡Yupi! - Dijo Riley saltando de alegría, ¡Me lo quedo puesto! - Dijo tomando su sombrero.

Césare:

La noche ha caído a este bosque, las criaturas han salido de sus madrigueras y se muestran explícitas a cualquier forastero que vague por esa zona. La luna se esconde detrás de los árboles y así, quedándome yo sin luz natural.

Las hojas cubren el único camino hacia la civilización, y parece que no existiese debido a que no puedo ver, ni andar por el lugar correcto sin observar con claridad la lóbrega ruta. El fin del día se convierte en el comienzo de la inocencia salvaje, se escuchan a los lobos y a los demás seres que habitan en la oscuridad y en las sombras, siguiéndome, asechándome; dentro de mi poca percepción visual y según mi desbaratada brújula y mapa, en el norte se encuentra un establecimiento lo suficientemente grande como para alojarme en esa noche.


Pero en el norte, también yacían descansando una manada de lobos hambrientos que me habían estudiado previamente, y por la poca luz que me otorgaba el ambiente, vi las sombras de los lobos escondidos detrás de los grandes árboles, preparaban una emboscada.

Seguí caminando por el mismo lugar, tomé mi espada y el ruido alertó a los caninos que esperaban mi llegada. En ese instante me sentí en medio de un circulo depredador que estaba completamente dispuesto a asesinarme sin piedad alguna, ellos, retraídos en su temor a la muerte e intrépidos por su naturaleza, me estudiaban en batalla y analizaban mi terror a ellos; ambos, esperando un indicio de debilidad en alguno de los reunidos en el bosque, esperando un largo rato dando vueltas, el cansancio aumentaba por cada segundo en pie y firme con la espada mandoble en mis manos. Hasta que el primer lobo se abalanzó sobre mí y yo, incrusté mi espada en su cara, casi instantáneamente los demás lobos se lanzaron y pude asesinar a dos de ellos, sólo quedaban 3 y me encontraba muy agotado.

Desde el sur otra criatura, pienso yo; corría hacia nosotros y en un parpadeo los demás animales cercanos a mí cayeron al suelo sin vida, envainé mi espada y salí de allí corriendo con el mapa en mis manos, ya estaba cerca de aquel lugar.

Después de pocos minutos ya veía al edificio a lo lejos. Cuando estuve más cerca observe externamente al edifico, no era nada parecido a lo que tenemos hoy en día en el otro continente, en la ciudad de Atróveran, dónde vivimos en un territorio moderno, olvidando aquellos  terribles vestigios de la colonización.

Toqué con mis dedos la cerradura de la puerta, y pude notar que estaba abierta, entré sin avisar y aquella sala barroca, adornada de infinidades de cosas, con columnas que sostienen el techo transparente, techo donde resalta la constelación de Orión y a los lados de cada columna estaban muchos libros en buen estado, clasificados por su contenido; ¡Me encontraba en una biblioteca! Pensé que estaba olvidada, pero en el fondo habían tres personas dentro de otra habitación, me senté en uno de los muebles que estaban cerca de la recepción, esperando la llegada de aquellas personas.

Césare, Isis y Gala

Isis

Entró una persona que nunca he visto en mi vida a la biblioteca -Bienvenido forastero - saludó Gala - veo que ha venido de un largo viaje - dijo mientras servía una taza de té para aquel muchacho. ¿Quién eres? - Pregunté - ¿Y por qué debería darte mi nombre? - me contestó de una forma muy descortés.

Me ofusqué ante tal respuesta, y lo empecé a observar detenidamente. Alto, ojos verde claro, cabello rubio oscuro, largo, atlético, y un con una túnica de lana negra. No creí que viniera de alguna ciudad muy cercana, o al menos con tecnología como la mía.

¿Al menos podrías decirme de que ciudad vienes? - le pregunté un poco ofuscada - Atróveran - me contestó él. Riley se le acerca a Gala y le susurra algo en el oído . Ella le contesta - El es un forastero, no es de este lugar, de ahí Riley siguió correteando entre los pasillos de la biblioteca.

De pronto observo una gran espada que colgaba al lado de aquel muchacho, y tenía unas marcas de la ciudad de Atroverán, inmediatamente reconocí a la persona. ¡CESARÉ BASTARDO, ERES TÚ! - grite indignada. Seguido, me responde - Me llamo Césare, pronuncia bien. Tardaste en reconocerme, niña- se burla de mi - Es una tragedia encontrarte en el único lugar donde puedo descansar, que por cierto, nadie me sacará de aquí hasta mañana- se acuesta en el mueble, sus ropas colgantes estaban rasgadas, pudo haber pasado un mal momento allí afuera.

Gala interrumpe para que no siguiésemos ofendiéndonos - ¿Y que te hizo llegar a este lugar magistral, querido viajero? - Sin mirarla a los ojos le responde con altanería -Nada que a usted le importe, con su debido respeto, señora- se voltea y cierra los ojos.

Le susurré a Gala - Que imbécil es, deseo que se vaya-

Anna

Arceus estaba volando en este espacio infinito, era suyo. cabalgando en aquella infinidad de materia... uno si quisiera pudiera crear cosas aquí. eso me dio curiosidad. Le quise preguntar, pero se me adelantó diciendo:

"Este mundo es paralelo al tuyo. aquí uno puede pensar como quiera, expresar lo que uno quiera, a través de lo que uno quisiese. por ejemplo. yo estoy técnicamente volando. tu podías haber tratado de volar también desde un principio".

Sinceramente, se me adelantó la pregunta. así que, comencé a sentir en mi mente el profundo deseo de volar, de trasladarme en un destello. y así fue. comencé a sentirme como un ave. un halcón en plena caza, volando en lo infinito y con una paz interior infinita. Nada me puede dañar aquí  no hay corrupción, no hay violencia.. no hay...
¿¿Un momento. e Isis?? 

Arceus volteó y a gran velocidad se dirigió a mí:

"Tienes que irte ya. aunque nos interrumpe el deber, también tienes que encontrar el lugar donde tu corazón descansa"


En ese momento sentí que algo me jalaba hacia el abismo.. hacia un interior diferente... de la nada.. Desperté. Todas las cosas estaban tiradas.. como si un tornado hubiese azotado mi cuarto. Estaba aturdida, poco a poco recuperaba mis sentidos, cuando recordé el motivo de mi regreso al mundo material. ¿e Isis?, voltee la cabeza y recogí el pequeño reloj de patito que tenia en mi mesa de noche que estaba caído  miré la hora y me dí cuenta que habían pasado tres horas desde que regresé.. eran casi las cuatro AM. tenia que recoger a Isis y llevarla a su casa.

En el transcurso de cambiarme y arreglarme, recordé aquel universo.. y pensar que salí de mi cuerpo.. pensar que dejé este mundo real y material, me adentré en el cosmos infinito..  pensar que vi al mismísimo Arceus.. para cuando terminaba de cuestionarme.. otra vez.. ya había entrado a mi vehículo y dado marcha al motor para por fin emprender camino hacia la biblioteca de una vez. 

llegué al lugar y me di cuenta que la puerta estaba entre abierta... ¿que habrá pasado?, sali del auto y lentamente comience a adentrarme al recinto. Cuando de pronto, antes de cruzar el umbral de la puerta, escuché unos gritos... reconocí al instante que eran de Isis... producto de algún disgusto. la conozco, siempre grita así porque algo no le gusta o porque se pelea con alguien... lo que me parece raro. Crucé la puerta y encontré el escenario: Riley sorprendida ante mi llegada; Gala con los brazos extendidos tratando de calmar a la agresiva Isis; e Isis, de pie en una posición de indignada... o bien molesta... y.. Aquel chico.. Era.. musculoso.. apuesto... y tenía una espada.. si.. ¡UNA ESPADA!... osea. Wau. me quedé pasmada con aquel chico. mis mejillas comenzaron a ruborizarse, pues aquel personaje al notar mi presencia volteó a verme. Sentí una extraña sensación en el estomago..eh...que raro..

-¿Y Tú? ¿te comieron la lengua los ratones?- dijo el misterioso chico al notar mi estado de ánimo.
-¡EH! ¿Quien te crees tu para hablarle así a mi amiga? ¡BASTARDO!- gritó nuevamente Isis en mi defensa.

-Basta, Isis, tengo que llevarte a casa de una buena vez que ya es tardísimo- le dije calmándome  -Este hombre debe estar cansado... será mejor que lo dejes en paz- dije también, extendiendo mi mano, ofreciéndole al desconocido una botella de agua que traía.

El chico levantó la cabeza y me clavó la mirada de una manera... ¿Tierna? o.. no lo sé..  el punto es que aceptó la botella de agua y agachó la cabeza en forma de agradecimiento, tragando también su orgullo al aceptar el regalo. 

-Ya vez, hasta ella es muchísimo más amable que tú- espeto con una sonrisa un tanto burlona, pero a la vez colocando un poco de justicia al plato.

-¡AAHH!¡NO TE SOPORTO, IDIOTA!, ¡Vayámonos de una vez, Anna!- insistió Isis jalándome del delgado polo que tenía, levantándolo y dejando ver un poco al desconocido, haciéndome ruborizar más de la cuenta.

Isis me jaló hacia la entrada, saliendo de aquella escena.. vergonzosa.. pues por primera vez en mucho tiempo, hice notar cosas que nunca creí mostrar.. y al chico lanzando una carcajada, burlándose de la poca correa que tuvo Isis en ese momento.

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