El Anfiteatro de Arlequín: Perú a 2 años de gobierno (Parte 1)

Isis

Era el día de la gran inauguración del anfiteatro de Arlequín, nos demoramos 3 días en hacer todos los arreglos posibles para que el anfiteatro quedará impecable, tal cuál Arlequín me lo había solicitado.

Eran aproximadamente las 7 de la noche y había una larga cola para poder entrar, yo estaba primera en la fila esperando emocionada para poder pasar, Arlequín había colocado un gran banderola con unos niños dibujados en ella sobre las grandes puertas que daban al anfiteatro. "Perú a 2 años de gobierno" decía. Supuse que ese sería el tema que iba a hablar, un país lejano con una realidad muy distante a la de mi pequeño pueblo. Estuve haciendo la cola por unos 10 minutos hasta que sale un hombre vestido completamente de negro a través de las grandes puertas del anfiteatro. -Busco a la Señorita Isis, aprendiz de Arlequín.

-¡Soy yo! - respondí alzando mi mano. -Venga conmigo por favor. Seguí a aquel hombre y me dejó en el salón principal del anfiteatro.

Bienvenida Isis - me saludó Arlequín. - Te escogí el mejor asiento para que puedas prestar atención a mi pequeña charla que tendré con todos los invitados en este humilde lugar. Me mostró dicho asiento, justo en el centro y bastante adelante, justo como me gusta sentarme para poder apreciar esta clase de cosas, y tenía un pequeño cartel que decía "Reservado".

Fui con mi mejor traje a ver la presentación, porque creo que la situación lo ameritaba, en ese momento mientras me acomodaba Arlequín exclamó: ¡Deja que todos pasen Alfredo! y el hombre que me abrió la puerta habilitó el paso para que todo el público que estaba fuera del anfiteatro pudiera pasar y acomodarse donde más les plazca, en cuánto a mí me sentía cómoda en el sitio que me regaló Arlequín.


Después de unos 10 minutos mientras que el público se acomodaba, Alfredo estaba prendiendo los proyectores para iluminar el escenario, la gente murmullaba y cuchicheaba sobre lo que iba a tratar el tema que iba a plantear Arlequín.

Después de unos breves minutos el escenario se iluminó con una gran fuerza y salió Arlequín en medio parado en un estrado.

-Buenas noches, estimado público. - Saludó Arlequín haciendo una reverencia. El público empezó a aplaudir, parece que extrañaban los discursos de Arlequín, pienso yo.



-Gracias por este gran recibimiento - Agradeció Arlequín haciendo otra reverencia. -El tema que he decidido para esta noche será hablar sobre el estado peruano, cualquier pregunta, o alguna opinión, los invito a ponerse de pie, hablar con propiedad y alturadamente. - Manifestó Arlequín al público que estaba prestando atención a cada una de sus palabras.

Arlequín chasqueó los dedos y salió una gran pantalla detrás de él, proyectando una imagen de dicho país del que iba a hablar.

Les presentó a la República Democrática del Peru, país ubicado en America del Sur, actualmente gobernado por Ollanta Humala desde el 29 de Julio de 2011, seguramente me preguntarán porque hablo de un país como este.- Dijo suspirando.

La gente se quedó extrañada, de pronto una persona se levanta y pregunta -¿Sucede algo en ese país Arlequín?

Exactamente - contestó sin pensar - Este país que yo aprecio mucho y que pasé varios años atrás viviendo ahí, ahora se encuentra en una de las situaciones más complicadas que se puedan imaginar.

Una mujer se levanta y pregunta: Pero Arlequín, Perú esta viviendo una bonanza económica, hay muchos proyectos inviertiéndose, lo que supuestamente genera tributos al Estado y desarollo para los habitantes, así que no entiendo del todo a que te refieres. Dijo extrañada volviéndose a sentar.

Arlequín tomó su micrófono: Señorita, la bonanza económica que se vive es una falacia, los empresarios han ganado muchísimo dinero, a ellos les llega la bonanza económica, la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) no invierte el dinero de los impuestos en proyectos que mejoren la calidad de vida de la población, se ha hecho demasiada demagogia, como con los programas sociales impuestos por Ollanta Humala.

Dicho esto, un hombre se levanta de su asiento: Discúlpeme señor Arlequín, ¿Pero usted esta en contra que se le ayude a la gente más necesitada? - Preguntó indignado volviéndose a sentar. Arlequín respiró profundamente y con una voz muy calma responde: Señor, yo no estoy en contra de que al pobre se le ayude a salir de la pobreza, pero no me parece correcto hacer asistencialismo, para que los personas en pobreza salgan de esa situación, se necesita invertir en educación, para poder darle oportunidades a los niños a que se desarrollen, también en salud para que la gente pueda vivir mejor, en tecnología y en vías de comunicación, para no dejar aislados a los ciudadanos de zonas lejanas. Estoy en contra, que en vez de reducir la pobreza, lo único que hace el Estado es mantener parásitos, con todo el respeto, sin trabajar, en vez de capacitarlos a formar su propia empresa y que puedan producir su propio dinero sin depender de nadie.

Un jovencito se levanto de su asiento y preguntó: Arlequín, ¿Qué esta haciendo mal el gobierno peruano? Arlequín se puso firme y comenzó a explicar los problemas.

-El gobierno de Ollanta Humala se profesaba como el gobierno del gran cambio, de la gran transformación, este último nombre denominó a su llamado plan de gobierno, él hizo creer a muchos peruanos que el Perú sería un país diferente, creyeron que tenía dotes de líder y firmeza de un militar, pero para la mala fortuna de los peruanos ha resultado todo lo contrario.

No tiene mando, no toma decisiones acertadas, no coloca gente apropiada en los puestos donde se necesita gente técnica y con experiencia en gerencia, mencionando un ejemplo, los ministros son títeres, no tienen mentalidad a la hora de tomar decisiones, ni siquiera piensan en las consecuencias de los actos que toman, la economía ha estado en piloto automático, en vez de hacer ciertos cambios para facilitar inversiones que traigan desarrollo y trabajo al pueblo peruano.

Ahorita hay dinero, pero nadie sabe como gastarlo, no se mejoran los salarios de los médicos, de los profesores, aunque debo reconocer que primero se debe pasar una buena evaluación para que se merezcan su buena paga, no se invierte en infraestructura como carreteras, puentes, vías de acceso rápidas que permitan un tránsito fluido, no se mejoran los colegios del estado que están en pésimas condiciones, no hay avances en lo positivo, y ni hablar de decisiones pésimas que ha tomado el gobierno, a tal punto que la gente ha salido a manifestar en las calles sobre su repudio y rechazo a tales leyes.

Un soldado se levanta y en un tono muy indignado le responde a Arlequín: ¡La ley del servicio militar obligatorio era un bien necesario, se necesitan reclutas con urgencia, el ejército necesita reclutas! dicho esto se vuelve a sentir muy ofuscado.

-Teniente, sé que el ejército siempre necesita reclutas para una emergencia nacional, pero dígame usted si le parece correcto que se pague un monto altísimo como multa, lo que equivaldría en dólares a unos 600 dólares americanos, por si no se va. ¿Cree usted que una persona con escasos recursos económicos y que no desea unirse puede afrontar una multa como esa?¿No es discriminatorio eso?

El teniente se quedó en silencio y se puso reflexivo, contesto en un tono ya más tranquilo: No es para nada justo Arlequín, creo que ahí esta el error del gobierno en obligar y no mejorar las condiciones para que hayan más reclutas.

Arlequín sin perder su buen humor le contesta: Gracias por comprender mi teniente, y ahora continuando quería comentarles sobre la ley universitaria, estoy de acuerdo que se hagan ciertos cambios a los estatutos, pero lo que no estoy de acuerdo es que te obliguen a hacer doble tesis.

Una estudiante se levanta y responde al locutor: Es cierto Arlequín, en Perú tú tienes que costear tu tesis, el estado no apoya a la investigación y de ahí usan tu investigación para beneficio propio, es injusto que con el pretexto de fomentar la investigación se haga doble tesis.

Arlequín toma el micrófono y dice con una voz muy serena: Señores, continuaremos con este debate la próxima semana, les prometo seguir hablando sobre este tema con mucha más profundidad, gracias por sus preguntas y su presencia en mi anfiteatro, muchas gracias la verdad. Agradeció e hizo una reverencia.

La gente empezó a aplaudir, mientras veía a Arlequín salir del escenario, luego de ello cada uno se retiro a sus casas al igual que yo a descansar y a meditar sobre como esta viviendo la gente de aquel país.