Capítulo
1: "Piedra Dura"
-¡¡NO!
¡NO PUEDE SER!!- Uno de los científicos gritaba aterrorizado
-¡¡ESTO
ES IMPOSIBLE!! ¡¡VAMOS A MORIR!!- Gritó otro, igual de exaltado
¿Pero
qué pasaba?, algo terrible ocurría y lo sabía, yo estaba allí. Todo
esto era una operación científica ante, nada más y nada menos, que UN
METEORITO. Todos los presentes vimos lo ocurrido, lo presenciamos, lo vivimos, nos
asustamos. Algunos estuvieron a punto de desmayarse, los astronautas mandaban
misiles bomba para detener o romper aquella grande roca. Extrañamente
un silencio terrorífico se produjo de inmediato. Parecía que nadie respiraba,
un frío polar percibí. De pronto un estruendo. La piedra gigante desprendió de
pronto una luz destellan-te. Esta comenzó a desprenderse poco a poco en la
atmósfera, los pedazos del tamaño de una cuadra se desintegraron de una manera
tan fulminante que comencé a sentir algarabía de la emoción. Todo era
como un sueño, de un momento de casi morirme hasta llorar de la alegría.
Todo
era raro, lo sé. Y lo más extraño de todo: ninguna persona aparte de los
miembros de la misión sabia de que el planeta y todo lo que vivía estaba a
punto de perecer. Estaba a punto de ser el fin del mundo. Pero mire usted, que
raro. Me dio mala espina de repente, así que me retiré de la alegre habitación,
llena de gente celebrando y champañas destapadas. ¡OH!, no me presenté. Soy el
detective profesional Gonzalo Esteban Castro. Pertenezco al servicio de
inteligencia de mi país, aunque me matarían si lo dijese en público, pero sé
que usted guardará el secreto. Bueno, me dirigí a mi vehículo y ni bien salí
del edificio prendí la radio y me sorprendí de lo que escuché: una roca de 30
metros cuadrados apareció de la nada en Playa Plástica. No lo dudé
más, encendí el vehículo y me dirigí a la playa mencionada, escuchando más
detalles en el camino. Cuando llegué al lugar, guardé en la guantera mi placa
del servicio de inteligencia y saqué la de detective de policía. No podía
correr riesgos. Salí y me dirigí a la zona resguardada cruzando entre la
multitud curiosa y chismosa. No me agrada mucho ese tipo de gente. Llegué por
fin, crucé el cerco policial mostrando mi placa. Ya me conocían, era muy
querido entre la jefatura de Playa Plástica. Es más. Mi casa
queda al frente de la playa.
Bueno,
volviendo a lo sucedido. Me acerqué a Lalo, un policía buen amigo mío y
confidente. Era mi compañero en el colegio.
-¡Gonzalo!,
que gusto verte. ¿Supiste de lo que pasó, no?- dijo él
-Lamentablemente
sí. Lo escuché en mi auto cuando venía a mi casa- dije irónicamente, pues
como dije, mi casa está al frente.
-¡JAJAJAJA!,
sí.- respondió riendo -Bueno, basta de charadas. Tenemos una piedra en el
camino-
Caminamos
entre los agentes que interrogaban a los civiles testigos. Pasto y arena que
ensuciaban mis nuevos botines. Me los había regalado mi esposa Maribel. Tendría
que sacarle el polvo de encima antes de llegar a casa y que los vea sucios. Si
no, me mataría.
A
lo lejos divisé el pétreo objeto. Era... de regular tamaño. De aproximadamente
un arco de fútbol. Pero lo más extraño de todo es que tenía una inscripción
grabada en su superficie. Lalo y yo nos acercamos más al objeto. Él rápidamente
se sobresaltó y dijo:
-Al
parecer sé lo que dice. Esto me resulta muy familiar-
A
Lalo le gusta leer, y muchísimo. Especialmente lo relacionado a lo
paranormal. A mí también me gusta leer, pero no
al exceso de él. Lalo se volteó y comenzó a meditar un poco. Lo vi
concentrado en la inscripción. Rápidamente saqué del bolsillo de mi gabardina
mi cuaderno de apuntes y una pluma. Tenía una forma de verdadera pluma de ave,
me lo regaló mi abuelo. Aunque era un lapicero en forma de pluma, yo lo trataba
como verdadera pluma. Me era muy preciada para mí, era mi favorita.
Lalo
habló de teorías espaciales y de todas esas que no entiendo. Solo atiné a
apuntar lo más importante. Hasta que llegó al punto de que caminó al objeto y
dijo:
-Esto
sin lugar a dudas tiene un origen extraterrestre- dicho esto
los policías y los presentes al rededor estallaron en risas, y
llantos... de risas.
-¡ERES
UN ESTÚPIDO!- decía un agente -¡IMBÉCIL! ¡LOS EXTRATERRESTRES NO
EXISTEN!
Lalo
estaba totalmente avergonzado. Mientras todos se reían ante la roca
haciendo alarde de su estupidez, él al menos indagaba y hacía hipótesis de lo
ocurrido, digno de un policía.
-Yo
sé lo que pasa aquí. La gente está totalmente ciega. Yo luego te digo lo que
pienso.- se retiró derrotado, todo ante sus amigos y compañeros.
Yo
anoté todo lo que dijo. Me dirigí a la roca, la miré, saqué mi lupa, la observé
más de cerca. En efecto, tenía aquellas marcas en su superficie.
La vi y la vi. Me quedé 3 horas frente al gran objeto. En ese
lapso todos se fueron progresivamente. Solo hasta que se fue el último agente,
yo había recolectado evidencias suficientes. Lo anoté así:
15
de Marzo - 18:50 PM
"A
las 15 horas PM un objeto pétreo apareció de manera fulminante y misteriosa en la
localidad y distrito de Ernesto Guevara, exactamente en el balneario popular de
nombre Playa Plástica. Ubicado a 150 metros a la orilla del mar.
De dimensiones: 3 metros de alto, 5 de ancho y 4 de profundidad. Con eso,
afirmo que las noticias en los medios de comunicación exageraron mucho con lo
de los 30 metros cuadrados. Como primera evidencia testifico la ubicación del
objeto; como segunda, su forma y su dimensión. Concluyo este informa
testificando la hora el cual se escribe"
ESTEBAN
CASTRO, Gonzalo
Detective
de la jefatura de Playa Plástica
Aquella piedra fue investigada desde entonces. Pasaron años luego del suceso. Hubieron investigaciones de por medio a la piedra durante ese tiempo. La gente convirtió a la roca en un símbolo o emblema de Playa Plástica. Aunque la razón por el cual lleva ese nombre fue porque antiguamente esa playa estaba llena de basura y botellas plásticas. Aun así era y sigue siendo una de las mejores playas con las mejores olas. De ello el nombre.
Exactamente pasaron 3 años luego de esto. Aunque mi informe lo llevé tanto a la jefatura de policía como al servicio de inteligencia, solo tengo la aceptación del segundo. Aun llevo las copias quintuplicadas de las evidencias... y aun ando en eso.
-Arceus
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